Ácido hialurónico, función y características
El tratamiento con Ácido Hialurónico, es casi el tratamiento por excelencia en Medicina Estética, por su versatilidad, además también se usa en otros ámbitos como la medicina deportiva o fisioterapia, por su capacidad para proteger los cartílagos, lubricar y absorber los impactos mecánicos, según las características que queramos mejorar se utilizará un ácido u otro.
En Medicina Estética tiene la función de mejorar el aspecto de la piel, rellenar arrugas, surcos u ojeras, dar volumen en distintas zonas, como labios, pómulos o remodelar la nariz sin necesidad de acudir a la cirugía plástica.
¿Qué es el ácido hialurónico?
Es un compuesto que está presente de forma natural en el cuerpo, en la piel, en órganos o huesos y se degrada y sintetiza diariamente.
Se utiliza en Medicina Estética desde 1996, está compuesto por cadenas de carbohidratos complejos, presenta la propiedad de retener grandes cantidades de agua, que consiguen mantener la hidratación, proteger o lubricar.
Aplicación del ácido hialurónico
El ácido hialurónico puede aplicarse en todas las zonas faciales y corporales. En Medicina Estética, se utiliza principalmente en el rostro. Se aplica mediante inyecciones en la epidermis ya que reconstituye las fibras que dan sostén a la piel, su función es mejorar la calidad, vitalidad y luminosidad de la piel.
Cosmética con ácido hialurónico ¿es efectiva?
Desde hace varias décadas se utiliza el ácido hialurónico para la formulación de todo tipo de cremas, sérums, champús y un largo etcétera, por sus propiedades hidratantes.
En tratamientos faciales, a pesar de ser el ingrediente estrella, se utiliza su composición no reticulada por sus características, para poder penetrar la capa superficial de la piel, aplicado de forma tópica, consigue unos efectos moderados, al quedarse en la capa superficial sin poder desplegar el potencial de nutrición e hidratación en el interior.
Tipos de ácido hialurónico, funciones y características
La composición molecular del ácido hialurónico es clave para el tratamiento de los distintos problemas estéticos, tales como;
- Pérdida de volumen
- Desvitalización de la piel
- Arrugas o líneas de expresión
- Afinamiento de labios
En Medicina Estética, se utilizan dos tipos de ácido hialurónico el ácido hialurónico no reticulado o de baja densidad y el ácido hialurónico reticulado o de alta densidad. Las moléculas se unen, creando una estructura en forma de red, cuanto más reticulado sea el ácido más densidad y durabilidad.
Ácido hialurónico no reticulado, funciones y características
Es el ácido con menor densidad, sus moléculas son más pequeñas y tienen capacidad para actuar a nivel superficial, por lo que es el que se utiliza en cosmética.
Aplicado mediante microinyecciones y combinado con otras sustancias como vitaminas y colágeno tiene una fuerte capacidad hidratante, iluminadora,regeneradora del fibroblasto, que es el responsable de dar sostén a la piel y recupera la elasticidad perdida.
Ácido hialurónico reticulado, funciones y características
Se presenta en forma de gel, existen distintas densidades y texturas según el tratamiento que se vaya a realizar. Ofrece la posibilidad de actuar a mayor profundidad, los resultados son más duraderos ya que el organismo tarda más en sintetizarlo. Se utiliza para:
- Aumentar volumen en labios, pómulos
- Rellenar arrugas medias o profundas
- Perfilar labios o ángulo facial
- Rellenar y atenuar ojeras
- Tratar surco nasogeniano
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